Baile de máscaras
Rachel Caine
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| Los Vampiros de Morganville IV |
Sinopsis:
En la ciudad universitaria de Morganville, los vampiros y los humanos han aprendido a vivir en relativa paz. No obstante, la sutil política de buenos vecinos sufre un importante revés con la llegada del señor Bishop.
Malo hasta la médula, Bishop es un antiguo vampiro de la vieja escuela que no siente el más mínimo interés por la armonía. Su única obsesión es seguir ocupando el puesto más alto en la cadena alimenticia. Lo que pretende hacer con los vivos y los muertos de la ciudad parece inconcebiblemente siniestro. En EL BAILE DE MÁSCARAS al que asisten todos los vampiros y sus acompañantes humanos, Claire descubrirá los auténticos planes de Bishop y la elaborada y perversa trampa que ha ideado para las almas de sangre caliente de Morganville...
Opinión:
Contiene spoilers del libro.
En esta cuarta entrega de Los vampiros de Morganville de Rachel Caine nos quedamos de piedra por las repentinas apariciones de "extranjeros" en el pueblo de Morganville: los padres de Claire, que vienen para quedarse, y el padre de Amelie, Bishop con sus ¿amigos? la francesita y François.
Nada más empezar a leer el libro nos damos cuenta de que algo está, o estará en poco tiempo, mal, muy mal.
Las nuevas visitas no deseadas tienen pensado quedarse y conseguir un par de cosas que solo pueden lograr en Morganville sin importarles arrasar todo por el camino.
El primer paso para conseguir su objetivo es la realización de un baile de disfraces, de máscaras, donde todos los vampiros tendrán que asistir con un humano.
Todo se pone patas arriba cuando la francesita, Ysandre, "invita" a Shane a ir con ella, Michael invita a Mónica, Eve acaba yendo con ¡Oliver! y Claire, sin querer quedarse sola en casa sabiendo que algo terrible iba a pasar, acaba yendo con Myrnin.
En este libro también hay bastantes escenas de romance mezcladas con toda la tensión de la tormenta que se avecina y la autora consigue que haya armonía entre todas las escenas y que no quede nada suelto. Brillante.
La mejor escena del libro, como suele ser en todos, es el final. En éste podemos ver la declaración de guerra de Bishop contra todo aquel que se oponga a él, es decir, que esté de parte de Amelie.
La autora nos vuelve a dejar con la intriga de qué les deparará el futuro a nuestros protagonistas y, de nuevo, acabamos con las ganas de hacernos con una copia del siguiente libro cuanto antes.
¡Es un no parar!
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